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Bachelet la candidata de la Burguesía.

Para comenzar este análisis sobre situación política nacional, retomaremos algunos acontecimientos que, sin duda, son importantes para lograr entender el actual panorama político de Chile. Comenzaremos entonces, retomando la  tesis respecto a la actual deslegitimización del bloque en el poder y la institucionalidad política en nuestro país. Esta tesis  defendida en el análisis anterior, no alcanzó a abordar la mediática bajada de Longueira para las elecciones presidenciales posterior a las primarias. Este episodio, más que provocar una crisis, dejó en evidencia la poca capacidad de consenso dentro de la Alianza frente a una figura determinada a asumir dicho desafío, generando fisuras internas dentro de la UDI y la derecha en general provocando su desacreditación, lo que termina por traer como consecuencia directa la polémica subida de Mathei. Finalmente, nos deja la certeza de lo poco relevante del ejercicio de primarias de este año, además de reafirmar que la próxima carta presidencial de la Burguesía es y será la Doctora Michelle Bachelet.

Por otro lado, tácticamente, el bloque en el poder no ha dejado de generar propuestas con la finalidad de relegitimar la institucionalidad y hacerla parecer más democrática. Ejemplo de esto han sido los intentos de ‘’democratizar la institucionalidad’’ y por supuesto posicionar sus conglomerados, por medio de medidas como la generación de propuestas para el binominal que fue impulsada por Carlos Larraín (RN) y la DC, lo que termino tensionando al gobierno a emanar una propuesta propia, la cual en ambos casos, no implicaba más que reajustes numéricos.

Por otro lado, encontramos al bloque de la Nueva Mayoría agrupado bajo la figura de Bachelet, candidata más cercana a triunfar en las próximas elecciones de noviembre según  los resultados tanto de las primarias (doblaba en votos la suma de todos los otros candidatos) como de las últimas encuestas. El manejo político de la candidata de la Nueva Mayoría queda en evidencia tras señalar en la primera etapa de candidatura un montón de medidas un tanto más radicalizadas  coaptadas de los intereses propios de algunos movimientos sociales. Temas tales como educación gratuita, asamblea constituyente, entre otros, los cuales, tras el pronunciamiento de su jefe de campaña Alberto Arenas hace algunos días  fueron  eliminados de cuajo: descarta entonces Asamblea constituyente y Plebiscito, conserva el matrimonio igualitario, en cuanto a la Reforma Tributaria plantea la eliminación del Fut y el aumento gradual del impuesto  en un 25% a las empresas más grandes. Agrega en el último tiempo, la eliminación del consejo nacional de seguridad y plantea la posibilidad de reelección presidencial inmediatamente de haber terminado un periodo de gobierno, dejando de lado absolutamente la posibilidad de mover  ni un ápice, ni poner en cuestión al actual Modelo económico.

Es importante entender el rol re legitimador del modelo que jugará Bachelet en las próximas elecciones. Buscará el consenso propicio para el reacomodo del bloque en el poder y el enfriamiento de los movimientos sociales, llevando por la canaleta institucional la posibilidad de solucionar dichos conflictos. Como antecedente, no es menor la inclusión de una gran cantidad de ingenieros dentro de su comando, directamente, lo operadores de la burguesía productiva, específicamente de la familia Luksic. Además, como evidencia tenemos múltiples encuentros empresariales realizados en Chile, instancias en donde grandes grupos económicos dan su respaldo a la candidata. Uno de los principales eventos fue el encuentro convocado en Julio por el Icare (Instituto Chileno de Racionalización de empresas) en donde los principales temas a tratar fueron: inversiones, problema energético a nivel país y el nuevo periodo y desafíos del empresariado. En ese sentido, los empresarios agrupados en esta instancia, planteaban que las inversiones de la burguesía no estaban marcadas fundamentalmente en este periodo por las elecciones, sino más bien por una visión de más largo plazo.  El bloque empresarial, no se mostraba muy preocupado por las movilizaciones hasta hoy desarrolladas, de igual forma lo incluía dentro de los temas a tratar en tabla, identificando principalmente a los sectores de capas medias como los sectores en conflicto, debido a las nuevas aspiraciones de ascenso social, sumado a los aspectos medio ambientales que han cruzado la coyuntura política de los últimos meses en algunas provincias y comunas. Esta visión parcelada de los procesos hoy por hoy desarrollados, nos dan cuenta que la burguesía sabe que si este problema no se resuelve pronto se irá agudizando, hasta llegar a un punto en el que pueda afectar la ‘’paz social’’ y  “la estabilidad política’’ que influirá inevitablemente en las inversiones y el progreso económico de sus bolsillos. Sin duda, el punto más importante del encuentro fue en relación a los temas energéticos, que son los que principalmente preocupan al empresariado Chileno, tal como plantea un estudio desarrollado por Colbun hace unos meses que manifiesta que al 2020 aunque se aprueben todos los proyectos que hoy en día se encuentran en lista de espera, no será suficiente para satisfacer la demanda. El pronunciamiento de Bernardo Larraín (actual Presidente de la Compañía Eléctrica Colbun) deja ver su posición e identifica el problema energético como un problema político y no técnico, haciendo un llamado abierto a presionar para que la aprobación de dichos proyectos sea mucho más expedito. De igual forma la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) ha solicitado propuestas en esta materia a diversos expertos y ha pedido propuestas a los candidatos. En esta materia, recientemente la actual Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa) ha iniciado el agrupamiento de un nuevo comité eléctrico que agrupa a las generadoras, las transmisoras, las distribuidoras y los grandes consumidores. Esta presión  ya se ha hecho sentir en los programas de algunos sectores como el de Mathei, que plantea directamente generar una herramienta que otorgue seguridad jurídica para invertir y que evite la estricta judializaciòn de los proyectos energéticos por temas ambientales. De esta forma, Felipe Morandé, jefe programático de Mathei, en las páginas del Mercurio del día Domingo 22 de Septiembre emplaza directamente al poder judicial de tener cierta sensibilidad peligrosa frente a la protesta.

Sobre el último punto nos gustaría desarrollar más nuestra tesis: creemos que  el ingreso de los operadores de la burguesía extractiva al comando de Bachelet viene a poner estos temas en la palestra del programa, por ende se plantea que actualmente la burguesía pasa por una disyuntiva en cuanto a las decisiones que debiese tomar para poder descomprimir esta pequeña olla de presión que se viene gestando en Chile. Sabemos que el capitalismo no puede ir para atrás porque eso seria auto mutilarse, entonces ¿qué es lo que se va a impulsar? tratar de responder a las demandas que menos afecten al desarrollo capitalista, para descomprimir por un lado y avanzar por el otro: ese otro, sin duda, seria el tema energético. Por estos motivos, se generan  encuentros entre Bachelet y la Confederación de producción y comercio CPC, en donde ya se estableció la negociación con respecto a la subida del impuesto, cuestión que en su gobierno, lo hará ver como una ganancia, cuando en realidad es lo que la burguesía esta en capacidad de ceder sin ver afectado sus ganancias de manera importante. No es menor entonces, que una encuesta realizada por el Mercurio y Generación Empresarial a  los dueños de este país, arroja que 2 de 3 pone nota roja a la política energética de Piñera y aplaude al anterior Gobierno en esta materia, ya que la Candidata del PS implica realmente un mayor provecho empresarial en este área (recordar las más de 42 termoeléctricas que fueron aprobadas en el gobierno pasado).

 Por su parte, las jugadas de Mathei  en su programa nos muestran una alianza estratégica con las cúpulas evangélicas, quienes como sector en total representan el 16% de la población (algo así como dos millones de votantes). Pretende además, la creación de 600 mil empleos y la mitad de ellos para mujeres, el aumento del 1,5 del PIB anual y la no eliminación del Fut (fondo unidades tributarias), sin despeinar en lo absoluto el actual modelo.

Es importante analizar  los sectores de la burguesía ya que se puede ver el escaso o nulo peligro que representan los sectores ciudadanistas y progresistas (Meo, Claude, Roxana Miranda, etc.) para el bloque dominante. Ropaje por el cual el reformismo busca desplegar sus propuestas, haciendo uso, por ejemplo, del populismo de asemejar el periodo actual con los contextos de la Unidad  Popular, figura que han querido levantar a propósito de los ‘’40 años del golpe’’. Esta cuestión se invalida totalmente cuando identificamos el real nivel de desarrollo de acumulación de fuerzas tanto social como revolucionaria y la composición económica social de nuestro país, con una Burguesía fuertemente ensamblada y fortalecida y con todo el aparato institucional a su favor, uso y desuso. Por lo tanto, nuestra sentencia es que si no existe desarrollo de poder popular concreto, independiente de los poderes del estado, es debido a que cualquier candidato por revolucionarias que parezcan sus ideas, no velará por los intereses de la clase, sino más bien de los propios de su sector. Esto por que no habrá fuerza popular que tensione a presionar y develar las limitantes propias de la legalidad, mucho menos conducir de forma revolucionaria los cambios, permitiendo marearse dentro de las negociaciones que implica entrar en el juego de la democracia burguesa, confundiendo a compañeros honestos en falsas ilusiones, y peor aún,  tal como lo mencionábamos en nuestro análisis anterior, aportando en el proceso de relegitimación de la institucionalidad política, cuando la tarea para el periodo es poder profundizarla y ponerla aun más crisis.

Por otro lado, si llegase a implicar un elemento que realmente gatille acciones como la nacionalización de recursos, reformas profundas, entre otros, no existe la capacidad en todos los planos (político, ideológico y de confrontación directa) por parte del pueblo para dar contención ante una arremetida de la burguesía, anulando las posibilidades de pasar de defensiva u ofensiva en algún momento determinado. Bajo esta retina es imposible no desconfiar de la vía electoral si nos hacemos preguntas tales como: ¿Qué nivel de desarrollo de bases de poder popular tienen estos sectores, por lo tanto, dentro de la legalidad burguesa, a quienes representarán o quienes participarán en estos procesos? ¿Qué sectores levantan sus banderas? ¿Existe coherencia entre su estrategia y táctica? Respondemos que, el reformismo, tiene innumerables trampas y consecuencias fatales para los movimientos sociales y el pueblo en general, para eso tenemos la memoria y la experiencia histórica, para dar continuidad al proyecto revolucionario superando errores y fortaleciendo aciertos. Incluso, actualmente, ningún candidato pone en duda el sistema económico de acumulación capitalista como llegó a hacerlo  Allende  a pesar de estar tras la bandera del reformismo; inocencia o no, lo importante es que desde el curso de la historia, hoy, ya sabemos lo que sucede. Creemos importante ser preciso y majadero en esto para no engañarnos en pantanos electorales que conducen  al pueblo a procesos revolucionarios ficticios que terminan finalmente en retrocesos, muerte y brutales contra revoluciones descomponiendo y derrotando al pueblo.

De esta forma la tesis principal que sostenemos respecto a la ofensiva del capital por sobre el trabajo, hoy en día desarrollado en Chile, se hace más vigente. Un reflejo de estos es, desde la agenda económica, que la ofensiva capitalista en Chile continúa y se fortalece. Ejemplo de esto es la posibilidad que se viene estudiando respecto a la  Enap para que adopte medidas para una nueva forma de organización, normas dictadas por la OCDE, con la finalidad de adquirir mayor autonomía en las decisiones del mercado, cimentando entonces  el camino para la privatización de una de las empresas en la cual todas sus acciones pertenecen al estado.

Desde esta misma óptica, actualmente, desde el movimiento social se desprenden diversas consecuencias que siguen generando movilizaciones y reanimación de ciertos sectores del movimiento de masas, que por cuestiones objetivas y materiales de vida, se lanzan a la pelea. Hoy en día por ejemplo, se presenta una crisis a nivel pesquero la cual es irresoluble hasta por lo menos  mediados del 2015 (según cifras entregadas por la Acipes), situación transversal tanto para la pesca artesanal como para la pesca industrial debido al gran déficit existente. Este problema tiene su raíz en las anteriores administraciones de la Concertación, quienes bajo la lógica de “ofensiva del Capital” arrasaron de forma brutal los recursos marítimos, donde los mayores afectados siguen siendo los pescadores artesanales, quienes, bajo los intereses de la gran empresa pesquera han sido víctimas del una clara tendencia a la desaparición de su fuente laboral.

Desde el punto de vista de la ofensiva contra el territorio mapuche, tenemos la ratificación y endurecimiento de las penas hacia el único implicado por el caso Luchisnger, donde el abogado de la familia pide cadena perpetua (conforme a la utilización de la ley anti terrorista). Pese a esto, el número de acciones en territorio Mapuche no se han detenido: durante el mes pasado se desarrollo un ataque incendiario a una comisaria, además existe una considerable cantidad de camiones quemados a la fecha, cuestión que la burguesía no ha descartado en responder, apareciendo en extrañas circunstancias la fatídica muerte de Rodrigo Melinao, en un dudoso contexto. Por otra parte, pudimos ver dentro de estas semanas a otros sectores del pueblo Mapuche pronunciarse ‘’los Pehuenches’’ quienes anuncian manifestaciones para el día de la raza en espacios públicos. Por otra parte, en términos “judiciales”, controversia causa la forma en que pagan los violadores a los derechos humanos en el penal Cordillera quienes fueron trasladados para el penitenciario Punta Peuco, juego mediático de reconciliación y castigo, algo al estilo “limpieza de imagen” del gobierno actual, ya que el nuevo recinto goza de similares condiciones las que mas bien se asemejan más a un hotel 5 estrellas en relación a la aguda crisis penitenciaria que viven presos políticos y comunes actualmente en Chile.

Cuando afirmábamos que, dentro del movimiento de masas, la efervescencia y continuidad es provocada también en parte por esta ofensiva de la Burguesía Chilena, encontramos por un lado conflictos de carácter provincial, como lo son Tocopilla, Tal Tal , Casablanca evidenciamos que son principalmente gatillados por el problema Centro vs  Periferia producto de la centralidad del país y la aguda desigualdad existente; por el lado de trabajadores vemos en como se desarrolla y/o han desarrollado los últimos conflictos considerables como Correos Chile, Homecenter, los Recolectores de basura, el Registro Civil, Propal y Supermercados Monserrat, sólo por nombrar algunos de carácter mas nacional. Podemos encontrar claros aprendizajes por parte del movimiento de masas alojado en ciertos sectores del pueblo que se han radicalizado en relación a los métodos tanto de organización (importante rol que juegan las asambleas), como también en relación a los métodos de lucha. En este sentido, la barricada aparece como un elemento común legitimizado como método de presión y se utiliza en las rutas principales como  bloqueo de los accesos a la ciudad. Estos elementos nos hablan de un salto de cantidad en calidad y de un entendimiento del pueblo en cuanto a la forma de conseguir sus objetivos, bajo su propio aprendizaje. En el plano de trabajadores,  después de la movilización de los portuarios, aparece un elemento nuevo que ha empezado a repetirse, pero aun seria arriesgado hablar de ello como un aprendizaje o una futura tónica: la movilización por sector o rama, con articulación nacional, ejemplificado un tanto con lo que ocurrió por lo menos a nivel del rubro de recolectores de basura y Correos Chile, los cuales demostraron un amplio control por parte de las bases hacia sus dirigentes. En el caso de los trabajadores de Correos Chile,  ejercieron una radicalización de las bases, sin la necesaria radicalidad de los dirigentes apostando a tomar la ribera del Mapocho. Sin embargo, el carácter o la injerencia revolucionaria sigue estando carente y se hace cada vez más necesario aportar a estos procesos con inserción real, solidaridad en la lucha, síntesis de las experiencias vividas, despliegue de la política y abandono de las malas prácticas para que dichos procesos no queden presos de sus propias limitaciones o para que no sean coaptados por la institucionalidad, para que de esta forma logren profundizarse, multiplicarse y politizarse.

Para las próximas semanas, el panorama se configura en torno a las elecciones, tanto a nivel mediático a través de nuevos parámetros de franja como a nivel institucional  mediante los grandes gastos que realizará el Fisco. Estas cifras  alcanzarán aproximadamente, la exorbitante suma de 60 millones de dólares (equivalente a 30.222.000.000 Pesos Chilenos). A pesar de estos antecedentes y más allá de de los resultados, lo que nos debe importar es focalizar todas nuestras fuerzas hacia la construcción de poder popular en todos sus niveles fortaleciendo las luchas del pueblo las cuales, acumulando procesos y conciencia,  sobrepasaran cualquier coyuntura electoral.

Por este motivo, desde la retina de la reivindicativo a lo político, es fundamental que hoy aportemos a la profesionalización de los métodos de lucha que damos como pueblo y además, profundicemos esta deslegitimización del bloque y del modelo bajo la proyección de construcción de poder popular como la única manera de sembrar el camino revolucionario que nos lleve hacia una sociedad distinta, en esta, la enorme y hermosa tarea de construcción del socialismo.

 

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